
MUrMILLO
El representante típico de los Scutarii (Escudos Grandes) es fácilmente reconocible por su yelmo decorado con la figura de un pez (mormyros, en griego): es el gladiador que la retiaria trata de “pescar” con su red. Casi imposible de derribar, su armadura y su pesado escudo le dan una gran resistencia en la arena.

A Nivel III cuenta con las habilidades de Gran Golpe (gastando una carta de ataque roja, lanza una estocada letal con su gladius), Pies de Plomo (gastando una carta verde, aumenta su defensa e impide que sea empujado, desplazado ni derribado, salvo con un “Rayo de Júpiter”), y Scutum Pesado (siempre puede emplear los dados de contraataque para aumentar su defensa). Se trata de un Gladiador con una excelente técnica defensiva, muy útil en arenas con Fosos y Pozos sin Fondo, que agotará a tus rivales mientras los pobres tratan en vano de traspasar tu armadura.
Extracto del glosario de GLADIATORIS, revisado por Alfonso Mañas.
Proceso de Diseño
El Murmillo de los Escudos Grandes fue la primera miniatura 3D que realizamos para GLADIATORIS, y marcó la pauta de trabajo, sufriendo numerosas correcciones históricas de la mano de nuestro especialista, Alfonso Mañas.
Pero, mucho antes de empezar el diseño 3D, nuestro antiguo “Mirmillón”, hoy Murmillo, también fue la primera ilustración y, desde los inicios en 2009, el primer logo de GLADIATORIS, gracias al trabajo desinteresado de Egoitz Pinto “Darius”.

En 2014 se incorpora nuestro historiador, Alfonso Mañas, enviándonos docenas de fantásticos dibujos y collages de todos nuestros arquetipos de gladiador. Entre ellos, este Murmillo.

Con un pequeño dossier de referencias, 3DBreed se lanza a modelar el primer Murmillo.
…Y para nuestra sorpresa, Alfonso Mañas acompañó a sus correcciones con referencias visuales y dibujos de su propia mano.
Alfonso: “…sobre el pez en el yelmo, a día de hoy no se ha hallado ningún yelmo de murmillo (ni de otro tipo gladiatorio) que lleve un pez. Todos los yelmos hallados tienen una gran cresta (que en realidad suponemos que representaba la aleta dorsal de un pez, y ahí residía el guiño al nombre de murmillo).”

Y es que yo estaba empeñado en el dichoso pez (la opción de las plumas, como el penacho que se aprecia en la lápida, nos la reservábamos para otros gladiadores). Recientemente, había modificado la miniatura del prototipo, para añadirle un pececillo al yelmo. Pero, como el mismo Alfonso reconocía, nos quedaba una opción: “Sin embargo (…), hay fuentes que literalmente dicen que había un “piscis” en el yelmo (…) y hay, por tanto, que aceptar que debía de haber yelmos de murmillo con un pez, aunque la arqueología no haya hallado ninguno.”
Discutimos y retocamos muchos otros detalles de la miniatura, como la ocrea, el subligaculum, la postura correcta para atacar con el gladius tipo Pompeii… Nos preocupaba, afinando tanto, “quemar” a nuestros escultores… pero su respuesta fue entusiasta.
3DBreed: “…no tengáis miedo a pedir detalles, de eso nos encargamos nosotros. Habrá algunos que podrán salir, y otros que serán más difíciles de representar por el propio tamaño de la miniatura, pero que eso no os impida pedir.”


¡Sabias palabras! Al final, optamos por las dos cintas, dejando el mango único para la siguiente miniatura, el Provocator (que no tiene umbo, menudo lío).

– Peana hexagonal.”
En 2016, con el aterrizaje de EscenaRYS, repasamos las viejas miniaturas: nuestros escultores habían ganado muchos puntos de experiencia, y teníamos algunas nuevas directrices del impresor.
3DBreed: “Os adjuntamos unas imágenes con la comparativa entre los retoques que hemos hecho al Murmillo para prepararlo para impresión.”
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“En principio, como ya comentamos con David, todas las poses que tenemos hasta ahora se pueden hacer en miniatura. La cuestión es que, más que probablemente, algunas miniaturas haya que “cortarlas” en dos o más piezas por cuestiones de molde, sacar las piezas por separado y luego pegarlas.”
Se referían, entre otras, a la miniatura de la Retiaria: siempre fuimos conscientes de que su postura duplicaba el coste… ¡pero esa mini merecía la pena!
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