Ambientación histórica

“Como experto e investigador en gladiatura y en espectáculos anfiteatrales en general, siempre me ha parecido lamentable que el cine, la televisión, la literatura y los videojuegos y juegos en general no transmitan una imagen rigurosa (fiel a la verdad histórica) de lo que eran los gladiadores y su mundo. El primer aspecto que se advierte de esa forma no rigurosa de representar a los gladiadores es el equipo (armas y ropajes) con el que son mostrados. Es habitual ver a gladiadores sin casco, o vistiendo una coraza, o calzados, cuando en realidad la mayoría de tipos gladiatorios llevaban casco, no usaban coraza (llevaban el torso desnudo) e iban descalzos. En general, se les muestra con armaduras fantásticas que no tienen nada que ver con las que realmente usaban y, en aquellos casos en que las piezas de armadura son correctas, están mal combinadas (poner grebas altas a un gladiador que lleva scutum suele ser un error típico).

Otros errores frecuentes son mostrar los gestos del pulgar hacia abajo o el pulgar hacia arriba (gestos que nunca usaron los romanos), saludar diciendo Ave Caesar morituri te saludant (saludo que jamás pronunció gladiador alguno) o mostrar a gladiadores luchando contra fieras (un gladiador nunca luchaba contra un animal, solo contra otro gladiador).

Como investigador en gladiatura había reflexionado muchas veces sobre lo poco que habría costado que todas esas películas, series, libros, y juegos hubiesen mostrado una imagen correcta de los gladiadores; solo habrían tenido que asesorarse adecuadamente. Me preguntaba si es que a nadie de los que habían producido esas obras les importaba lo más mínimo el rigor histórico. Fue por ello para mí una agradable sorpresa cuando –en febrero de 2014– David Temprano se puso en contacto conmigo para comentarme que estaba desarrollando un juego de gladiadores y que deseaba contar con asesoramiento histórico adecuado. Como investigador en gladiatura, una de mis ‘obligaciones’ es la difusión de la misma, su divulgación, y un juego de tablero me pareció un medio perfecto para divulgar la gladiatura entre el gran público. Era también una gran oportunidad para superar al fin todos los errores ya citados de los juegos de tablero de temática gladiatoria existentes, creando por fin un juego de tablero riguroso con el aspecto de los gladiadores reales de la antigua Roma, y con el contexto histórico general de sus combates.

Con ese objetivo en mente empezamos a trabajar David y yo.

Murmillo 02 Alfonso 01

Dado que la gladiatura fue un fenómeno que se dio a lo largo de ocho siglos, en el curso de los cuales los gladiadores cambiaron de aspecto, lo primero era decidir qué momento de la gladiatura íbamos a reflejar en el juego, de modo que todos los gladiadores llevasen un equipamiento correspondiente a ese momento (evitando así mezclar gladiadores con equipamientos de épocas distintas). Escogí el siglo I dC, que puede considerarse la época dorada de la gladiatura. Así, por ejemplo, entre otros detalles, en el juego ningún gladiador lleva casco (que dejaba la cara al descubierto), pues el casco era una pieza que solo se usó en el periodo de la república. Tras la reforma de Augusto todos los tipos gladiatorios que llevaban casco pasaron a usar yelmo (que tapa la cara).

interpretación 1 secutor Maprenufus

En esencia, cada una de las figuras del juego está basada en fuentes de época romana (esto es, la figura del secutor –por ejemplo– está basada en representaciones romanas de secutores, y en las piezas de armamento de secutores que conocemos, como los yelmos hallados en Pompeya). El sistema de trabajo era que yo enviaba un boceto y fotos de las fuentes reales a los escultores, y estos reproducían eso en la correspondiente figura (la meticulosidad de este proceso puede verse en toda su extensión en las muchas entradas que David ha colgado en el blog sobre este asunto).

Secutor 10 Alfonso 01

De esta manera, se han logrado réplicas realmente fieles a los modelos originales de época romana, y a este respecto me gustaría destacar especialmente el yelmo del secutor, idéntico al original de Pompeya que ha sido su modelo. Los yelmos del thraex y del provocator son también idénticos a sus originales pompeyanos, difiriendo solo en que se les ha añadido el animal de su correspondiente equipo de gladiadores en el juego (panteras y lobos, en este caso).

De hecho, esos elementos que han sido añadidos debido a la lógica propia del juego son los únicos elementos que diferencian las figuras de sus originales de época romana. Por lo demás, las grebas, manicae, cinturones y demás piezas del equipo son idénticas a las de época romana.

Gladiatoris - Samnita de David Temprano retocada por Alfonso Mañas

Esos elementos impuestos por la lógica del juego son –principalmente– los animales símbolo que posee cada equipo (el león y las hienas, por ejemplo, son los símbolos de los rojos, y el tigre y la serpiente son los de los naranjas). Esos símbolos evidentemente no aparecen en las piezas originales romanas. No obstante, hemos cuidado también que la inclusión de esos símbolos fuese verosímil y plausible, y que no desentonase con los originales romanos, pues los originales romanos muestran otros motivos similares (por ejemplo, los yelmos de los thraeces suelen mostrar delfines, los galeri de los retiarii muestran tridentes, cangrejos y delfines, y la cabeza de seres mitológicos es frecuente en los cardiophylakes de los provocatores y en el escudo de los equites).

Igualmente, debido a la lógica del juego, el dimachaerus ha sido encuadrado en el equipo de los personajes sin casco, por lo cual la figura del dimachaerus va con la cabeza descubierta, aunque la gladiatura diga que debería llevar yelmo (en la gladiatura real el retiarius era el único tipo gladiatorio que luchaba sin yelmo). En cualquier caso, no existe ninguna fuente romana que muestre de modo indiscutible a un dimachaerus, por lo que como no conocemos su aspecto real exacto nos hemos permitido esta licencia con él.

Aparte de los gladiadores, el resto de figuras del juego –como esclavos y fieras– también han sido elaboradas a partir de fuentes de época romana. El nivel de detalle a este respecto ha sido también notable, pues –por ejemplo– el esclavo lleva al cuello una placa que tiene inscrita en latín el nombre de su amo, replica casi exacta de una placa de esclavo real. Cadenas, grilletes, espadas y demás objetos son igualmente réplicas de objetos reales romanos.

El rigor histórico ha sido aplicado a todos los elementos del juego susceptibles de ello, y así por ejemplo los nombres de los tipos gladiatorios aparecen en su forma original latina (e.g. thraex, en lugar del castellano ‘tracio’), e incluso el nombre mismo del juego es una palabra latina real (gladiatoris, genitivo singular de gladiator, que significaría ‘algo propio del gladiador, suyo’). Ciertamente el nombre define perfectamente lo que hemos querido crear, un juego que tanto por temática como por estética un gladiador viera como algo suyo, un juego que los romanos pudiesen ver como propio de un gladiador.

Como evidentemente no podemos expresar en el juego todo lo que era el mundo de los gladiadores, el juego va acompañado por el glosario (revisado por mí), en el que se explican, de modo breve y en términos que pueda entender un público general, los distintos elementos que componían la gladiatura (tipos de gladiadores, armas, vocabulario de la arena, etc.) Igualmente, como ya hemos dicho que en las figuras hemos introducido algunas licencias debido a la lógica del juego, en el glosario se detalla cuál era el aspecto exactamente real de cada tipo gladiatorio. En cualquier caso, el jugador interesado en ampliar la información puede remitirse a mi libro Gladiadores: el gran espectáculo de Roma.”

Alfonso Mañas

Gladiadores, el gran espectáculo de Roma

Alfonso Mañas es doctor con mención europea en Historia del Deporte por la Universidad de Granada, y autor de “Gladiadores: el gran espectáculo de Roma” (Ariel, Barcelona 2013).


Alfonso Mañas también ha revisado el extenso glosario del Libro de Gladiadores que acompañará al juego. En él encontrarás la definición de numerosos términos latinos: tipos de gladiador, armas y armaduras, rituales y costumbres en la arena, dioses y festividades… varias de las partidas del Libro de Juegos han sido diseñadas a partir de esta documentación.

Alfonso Mañas sigue colaborando activamente con la inminente edición de Gladiatoris. En septiembre de 2016, con motivo del estreno de Ben-Hur 2016, participó con un interesante artículo en Las Ben-Huradas.

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