Esclavos Rojos (Scutarii)

Gladitoris - Esclavoesclavos

Se trata de simples criminales comunes, condenados a morir por la espada en los juegos (damnati ad gladium). No se espera que sobrevivan, ya que no tienen ninguna posibilidad frente a los expertos gladiadores o las letales fieras.

Gladiatoris - Esclavos rojos (Scutarii)

A Nivel II, como todos los Esclavos de la caja básica, pierden la habilidad de Huida (que les impide contraatacar cuando un enemigo pifia). Al menos, a estos pobres desgraciados les entregan un cuchillo para defenderse, con la capacidad de arma Afilada.


Proceso de Diseño

Gladiatoris - Esclavos rojos del prototipo

A partir de los Esclavos (con aire galo) del prototipo, empezamos a diseñar un nuevo Esclavo, genérico, que sirviera para todos los equipos con un simple cambio del color del plástico (aunque siempre con la puerta abierta a personalizarlos en un futuro, como objetivo de campaña).

Optamos por una pose expectante, y 3DBreed (con los que acabábamos de terminar los bajorrelieves y atlantes del palacio de Tenochtitlan para la serie de ficción histórica Carlos, Rey Emperador) nos envió un primer boceto, con marcas de latigazos en la espalda.

Le expresé mis dudas a Alfonso Mañas sobre la musculatura “sobrehormonada” del Esclavo.

Alfonso: “Veo bien al esclavo. Porque sea esclavo no tiene porqué estar famélico. Pensemos en un prisionero de guerra: al ser un soldado debía ser fuerte. Igualmente, entre su captura y su exhibición en la arena no transcurría mucho tiempo (en el cual perdiese mucho peso por mala alimentación) pues en el mundo romano no había prisiones, en el sentido actual de pasar mucho tiempo privado de libertad (bajo el punto de vista romano la alimentación de los presos sería un gasto absurdo). Entre la captura y la exhibición en la arena (si era un damnatus o noxius) no pasaba mucho tiempo. Además, hacer pasar hambre al condenado era visto negativamente y podía causar problemas al carcelero, pues su obligación era presentar al sujeto en condiciones de ofrecer un gran espectáculo (i.e. sano y fuerte). Esto lo documenta la Passio Sanctarum Perpetuae et Felicitatis.”

Naturalmente, aceptamos el juicio de Alfonso pues, además de experto en la historia de los munera, es profesor de educación física.

El otro tema del que hablé con él fueron los grilletes: “(…) si acaso deberían ser algo más finos (en la antigüedad el metal era muy caro y no se derrochaba, cadenas, argollas y cosas similares eran ‘finas’… i.e. imposibles de romper por uno, pero sin necesidad por tanto de más grosor). Pero quizá para que se vean bien en la figura deben ser así de gruesos. En cualquier caso, cuando esclavos y condenados salieran a la arena lo harían sin grillos, cadenas, etc., para poder luchar sin problemas, y así ofrecer un buen espectáculo.”

Como se tiene que ver que es un Esclavo, nos olvidamos de que se lo quiten para entrar en la arena. Mi duda estaba en el grosor, el tipo de grillo, pues yo imaginaba más bien los que son argollas, con sección circular…

Alfonso: “Por cierto, predominan las fuentes que muestran grillos en el cuello, y parece que se debe a que preferían ese sistema al de las muñecas (yo no conozco ninguna fuente visual que muestre grillos en las muñecas). Tiene lógica, en el cuello solo necesitas una argolla, y un tirón somete al preso (no así un tirón en las muñecas).
Una sugerencia que te comento por si te parece atractiva: en Roma los esclavos llevaban una placa al cuello con los datos de su dueño, para devolverlo a él en caso de fuga. Quizá te parezca bien añadir una placa al esclavo (si se trata de un prisionero de guerra o de un condenado esto no es aplicable).”

Esta idea me parece estupenda, y sale de vez en cuando en el cine. Copiamos la referencia histórica que nos envió Alfonso, el collar de esclavo del Museo Nazionale Romano (una argolla con una placa inscrita, anunciando la recompensa por devolver el esclavo a su amo).

Gladiatoris - Esclavo en proceso

Alfonso: “¿Qué pone la inscripción? Debería estar en latín, y en latín correcto. Pocas inscripciones de placas de collares de esclavos han llegado hasta hoy, pero una de ellas –hallada en Roma– dice lo siguiente: “Tene me ne / fugia(m) et revo/ca me ad dom(i)nu(m) m/eu(m) Viventium in / ar(e)a Callisti” (CIL, XV, 7193: Retenme que no huya y devuélveme a mi amo, Viventius, [que vive] en el barrio de Callisti).
Eso es muy largo para ponerlo en la placa de la figura, pero sí creo que podría ponerse “revoca me ad dominum meum”, o simplemente “ad dominum meum”.”

David: “Yo les he preguntado si podían poner, a secas “LUDUS TERTIUS” en dos líneas. No es para meterme con Luis ni nada de eso como hacía en Exodus (Ridley Scott, 2014) al ponerle el nombre de mis personajes de rol y BloodBowl (“¡Arriba Randcrist!”) a las calles del decorado egipcio, je, je. Luis y yo mantenemos una sana rivalidad, plasmada en la segunda portada de GLADIATORIS: su querido Lusitor contra mi favorito Thraex.”

¡Y así quedó el Esclavo, tras la revisión (por no decir transformación) final!